El gordo se acodo en la mesa mientras
las palabras le resbalaban de la boca. El feo tomo un pequeño pase
de merca y le convido a su vecino lo que quedaba en la bolsita. La
niña los miro con asco y deseo, se toqueteo las tetas para
recordarse viva. Una estrella tililaba lejos y la musica de fondo
acompañaba la angustia hasta la misma nada. En el baño la mierda
flotaba en los inodoros con las bolsitas vacias de cocaína y las
manchas de pis en las paredes. Un musico de larga barba llevaba la
misma adornada con algunas piedritas caídas al sniffar. La policia
se paseba de civil groseramente. Bastaba una chispa para que las
mesas volaran por los aires y las trompadas se repartieran a granel.
Era tan posible como estar seduciendo a una señora muerte
completamente ebria.
La noche se perdia junto al dolor
dentro del olvido.
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