Vemos crisis, vemos guerras ¿que
esperamos para hacer revoluciones?
No es una imposición moral. La moral
no lleva más que a erigir opresiones.
Es una cuestión de humanidad. De no
caer infinitamente en la degradación, de no naturalizar la barbarie.
No necesitamos de Dios cuando bebemos
un vaso de vino y esperamos por un plato caliente.
No necesitamos de la ceguera para
guiarnos entre calles ruidosas donde la sangre o la angustia riega
las calles y los inversores compran propiedades.
No necesitamos del amor, cuando tenemos
sexo copn un amante que nos devora la piel y las pesadillas.
Niños palestinos despedazados por las
bombas racimo, fuegos artificiales y colonialismo.
Las drogas ya no calman el dolor del
mundo.
Necesitamos revoluciones.
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