viernes, 29 de marzo de 2013

promesas


Siempre es de noche
cuando llaman a la puerta
el amor se esfuma
como un humo leve.

Serpentean las luces sobre la pared
iluminando el paso de las cucarachas
y el tren de fondo
en la estación Drago
donde duermen
desamparados en los andenes
y se pasean las ratas.

Las guerras perdidas
y las guerras por librar
se confunden
celebrando muertos
y llorando por sus heroes.

Los libros callados en el rincón
el porro humeante
la verdad inmutable
sin animarse a ser pronunciada.

Mientras
la muerte
te invita a un trago
y mirandote a los ojos
promete volver.

jueves, 28 de marzo de 2013

Destruyen


Brilla el sol
Con su melena de marica
El café humeante
El olfato
La mirada que atraviesa los techos
Y se posa en la autopista
Ayer nomás me embriagaba el vino
Y hoy es el silencio lo que me envuelve
Leo Apollinaire
Aquello de “tu vida que bebes como si fuera aguardiente”
Estallan las palabras
Contra el frágil muro del recuerdo
Destruyen
Hasta que queda lo indestructible

(desearía hacerle el amor al camarada
Malatesta)

domingo, 17 de marzo de 2013

en el closet


Dentro del closet se esta oscuro.
Sobre las puertas arañazos
y el sabroso gemido del silencio
en las tardes pulcras.
En el closet siempre hay restos de cocaína
llantos y recuerdos fugaces.
Hay un si papito
muestrarios varios de palabras obscenas
y fotos escondidas
entre la ropa interior
tanguitas negras y rojas
esmalte de uñas
y un conteo de cd4.
Fuera del closet
hay luz
gritos pelados
y besos de esos
que devoran las lenguas.

martes, 12 de marzo de 2013

Paseo


El gordo se acodo en la mesa mientras las palabras le resbalaban de la boca. El feo tomo un pequeño pase de merca y le convido a su vecino lo que quedaba en la bolsita. La niña los miro con asco y deseo, se toqueteo las tetas para recordarse viva. Una estrella tililaba lejos y la musica de fondo acompañaba la angustia hasta la misma nada. En el baño la mierda flotaba en los inodoros con las bolsitas vacias de cocaína y las manchas de pis en las paredes. Un musico de larga barba llevaba la misma adornada con algunas piedritas caídas al sniffar. La policia se paseba de civil groseramente. Bastaba una chispa para que las mesas volaran por los aires y las trompadas se repartieran a granel. Era tan posible como estar seduciendo a una señora muerte completamente ebria.
La noche se perdia junto al dolor dentro del olvido.