miércoles, 30 de septiembre de 2009

Incorregibles (un poema sobre el peronismo)


Ellos agitaban
“Ni yanquis, ni marxistas, peronistas”
Muchachos morochos y fornidos
Del CdO y la jotaperra.
Arrojando piedras, palos y balas
a los de la otra columna Montonera
Que reclamaba a Perón
la Patria socialista.
Perón mientras tanto aclaraba,
Mientras los peronistas parece que se pelean
En realidad se reproducen como gatos.
Pero los gatos salvajes de la derecha
Se devoraban a los de la izquierda.
Formaban la Triple A y las bandas
De la burocracia sindical
Que a cadenazos y metralla limpia
Querían acallar los conflictos obreros
Contra el Pacto Social.
Los gatos de la orga en cambio
Jugaban a los pistoleros del ejército popular,
pensando que el general estaba cercado
Por el Brujo López Rega
y la Isabel Martínez
coreándole al viejo
“Ay que boludos, ay que boludos,
nos gobiernan una puta, un Brujo y un cornudo”.
Y el “hombre del destino”
peinado a la gomina
con su sonrisa gardeliana
Llamaba a “hacer tronar el escarmiento”
contra los “estupidos, imberbes”
que pensaban que el movimiento
tenia que adoptar un rumbo revolucionario
contra el imperialismo y la oligarquía.
Los bienpensantes reclamaban cordura
citando al genio y gorila de Borges:
“no son ni buenos, ni malos,
son incorregibles”.
La gloriosa jotapé que había hecho
de Perón un mito
y de la burguesía nacional un aliado,
cumplía su papel de gato reproductor
corriendo a cadenazos
a los muchachos de la izquierda
que con cordura les decían
Perón evita la patria socialista.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Un lugar acogedor

Pequeña era ella. Sus pechos duros como rocas. Su boca gruesa como churrascos rojos y sangrantes. Sus ojos verde esmeralda. Rizos. Un cigarrillo en los labios le daban aire de arrabalera, pero no, a pesar del barrio en sus espaldas, ella era una señorita de oficina. Amaba con locura y devoción. No conocía el límite en ello. Pero el amor se comporta cruelmente con quien ama locamente. Y ese día él muchacho su amor le dijo –Amo a otra. Y todo su mundo se derrumbo. Un enorme odio tan parecido amor se apodero de ella. Mujer despechada y decidida a hacer del infierno su hogar.
Con el tiempo se fue calmando. Se hizo más bella tan solo por despecho. Ascendió socialmente, se reconstruyo como persona. Ella nunca perdono lo sucedido. Había encontrado en el infierno un lugar acogedor.

Fusiladores

Las balas dirigidas el pecho del poeta.
Estalla
Sangre hacia los fusiladores y la pared.
Los buenos ciudadanos respiran tranquilos.
La horda poética atea y bolchevique ha caído.
Es hora de la restauración conservadora
De la rima, del amor y de la palabra de Dios.
Amen.

viernes, 25 de septiembre de 2009

la venganza de los ángeles caídos


Practicando fist fuking en el agujero del culo del vacío.
Es un goce silencioso y místico.
Como si le estuviera poniendo el puño al mismísimo Dios,
Mientras me pide que lo haga más despacito.
Una dulce venganza
De los ángeles caídos.

Una reunion en la barbarie

La Negra Carla le dijo en el odio a Martín.
-Estos me tiene podrida. La verdad tengo ganas de meterme unas rayas de coca y chuparte todo.
Martín se rió y sin que nadie lo viera acaricio la pelvis de la Negra. La reunión seguía. Todos discutían encima de todos sin que nada quedara claro. Alguien abrió la ventana para ventilar el ambiente viciado por el humo espeso de los cigarrillos. El gordo argumentaba en contra de la idea de Martín de ponerle a una revista política de La Matanza de nombre La Barbarie. Argumentaba que no era entendible, que se confundía con la opción federal frente al antagonismo sarmientito de civilización o barbarie y que no decía nada. Martín por su parte sostenía que La Matanza era la expresión de La Barbarie en todos los aspectos que señalaba el gordo, era el lugar que la política liberal y los punteros peronistas que se aprovechaban de ella habían condenado a los trabajadores de La Matanza. La Barbarie era una ironía, decía Martín, para confundir a los muchachos del CdO y que no nos jodan en la actividad, para acercar a los peronistas de izquierda, para abrirnos a un público más critico, para dar cuenta que La Matanza era un cementerio de fabricas y desocupados deambulando por la Ruta 3. Clara y Andrés argumentaban a favor, Raúl y la China tenían dudas, Juan no hablaba, él tenía la posición oficial que era rechazar el proyecto por inviable. La orden del partido era abrir locales, no sacar revistitas sin sentido.
Hacia calor y Clara se saco el buzo, y al hacerlo se levanto involuntariamente la remera, sus tetas quedaron al aire por un segundo. Los suficientes para que todos se quedaran viéndola. Clara se sonrojo y bajo la remera. Andrés dijo burlonamente –No tan rápido. Todos rieron. Clara contesto rápida- Bueno es algo que todos conocen. Nueva risa. La Negra le dice al odio a Martín -¿Y si hacemos una fiestita con Clara? Y por debajo de la mesa le toquetea la pija. Martín la frena. –Para Negra, terminemos la discusión. Pero la discusión se hizo interminable. A eso de las tres de la madrugada la Negra Carla, Martín, Gladys y el Gordo quedaron tirados en los colchones que poblaban casi siempre aquel departamento de militantes en San Justo. Tomaron un vino tinto y peinaron unas rayas de coca que la Negra tenia escondidas dentro de una de las patas de la cama. El Gordo puteo en voz alta –Tanto esfuerzo y discusión para nada. Al final todo es una orden de arriba. –Cálmate, le dijo Martín, lo hacemos igual como agrupación universitaria. La Negra corto la discusión desnudándose frente a todos. Gladys la imito. Tenía la pelvis poblada de una enorme mata de pelos rubios Gladys. El gordo y Martín no se resistieron. Era sábado y la noche había sido larga.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Dos porongas

El Chueco y yo éramos la custodia del Pelado en esa reunión con el poronga de la Federal. El pelado Carlos lo miraba fijo a los ojos y los ojos de aquel tipo eran fríos como un témpano de hielo. Su rostro cadavérico y su dedo sobre el gatillo de la Browning 45 hacia que tanto el Chueco como yo tuviéramos un escozor frío por la espalda. La verdad es que si querían en ese mismo instante a mi, al pelado Carlos y al Chueco nos reventaran en un abrir y cerrar de ojos, entre esas dársenas abandonadas del puerto de Buenos Aires.
Era diciembre y hacia calor. Al pelado Carlos le caían gotas de la frente de su calva brillante. -¿Dónde tiene al negro Quieto? Si algo le pasa varios de ustedes van a pagar. Y los gestos de la mano donde llevaba la pistola no dejaban lugar a dudas de que se podía pudrir todo en un segundo si alguien se equivocaba un milímetro.
Pero Harguindegy le contestaba imperturbable.-Mira Pelado, recién vengo de hablar con Viola, que todavía se esta sacando los escombros del uniforme por la bomba a Videla. Hay bronca. A Quieto no lo entregamos. Ahora es nuestro trofeo. Ustedes están confundidos. Para nosotros lo peor ya paso, ahora la balanza esta de nuestro lado. Han perdido, es una cuestión de tiempo.
-Ustedes son la oligarquía en retirada, no nos asustan, tarde o temprano recuperaremos la ofensiva.
- Y los empresarios son los que nos piden que les demos leña. ¿Cómo los llaman ustedes, los burgueses nacionales? Pero para ellos la Nación son estancias, fábricas y propiedades que defender. Nos piden orden para producir y, muchachos seamos serios, nosotros somos el orden. ¿Qué les hace pensar que vamos a dejarnos ganar por la bravata marxista en un país católico y militar como el nuestro?
Yo lo miraba al Chueco y el Chueco lo miraba al Pelado que se le hinchaba de bronca la vena de la frente y parecía que iba a explotar de furia.
-Nosotros representamos la fuerza del pueblo, pronto vamos a ser todo el peronismo. Nos bancamos a los gorilas, a ustedes los vamos a volver locos.
-Jajajaja. Rió insultante Harguindegy -¿Que peronismo? Si ni Perón los quería ya, e Isabel nos nombro a nosotros para hacerlos mierda a ustedes y los loquitos de Santucho. Si ustedes son la fuerza del pueblo, cosa que dudo, ya hemos aprendido, no hay problema, destruiremos al pueblo y se acabo.
-Ustedes son unos bocones, no saben de lo que es capaz el pueblo.
-No señor. Ustedes son los que no tienen idea de nada. Ongania era una dictablanda al lado de lo que se viene con nosotros. Los vamos a hacer mierda y borrar del mapa. Van a extrañar al personaje grotesco ese de López Rega, Pelado, te lo aseguro.
La charla termino de golpe. A Quieto no lo entregarían jamás.
El Pelado quedo en silencio en todo el viaje de regreso. El Chueco y yo, no cruzamos ni palabra. A los días empezaron a caer lugares que solo el Negro conocía. La conducción dijo que se quebró. Era diciembre del ’75, faltaba poco para que empezara una larga noche.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Desnudo en la Ruta 3

Mi novia me dejaba y su amiga me consolaba
Practicándome sexo oral.
Al rato volvió mi novia
Y se acostó con su amiga
Que le daba besos en la boca
Con el gusto de mi semen.
Yo estaba borracho y drogado.
Corrí desnudo en la noche por la Ruta 3
A la altura de Casanova.
Termine en un hospital con mi novia y su amiga
Chorreando sangre
Y vomitando en un lavabo.
Fue una noche extraña
Donde el amor me enfermaba.

Fusilado por poetas


Intento ser fusilado por poetas
Defensores de Neruda
Y los versos de amor
De mal gusto.

Al final
Se murió de aburrimiento
Por una sobredosis
De rimas sin sentido.
Había comprendido
Que las palabras matan.

lunes, 21 de septiembre de 2009

La prosa de la obediencia

El poeta se lanza al sueño en la noche narcotizada.
Tarea imposible.
La vida lo despierta.
Con los sonidos aterradores de la madrugada.
Ascensor.
Colectivos.
La marcha al trabajo.
La prosa de la obediencia.
Las musas desnudas se toquetean aburridas.
No hay salida
El poeta decide lanzarse al abismo
De las palabras insignificantes.

domingo, 20 de septiembre de 2009

soy un puto exagerado

soy una marica
chupando pijas en las escaleras
y callejones oscuros.
soy una de las zorras de la noche.
mi lengua cura el mal de amor
y la heterosexualidad.
ya lo se,
soy un puto exagerado.

El universo visto desde Plaza Irlanda


Desde el balcón de un edifico de la calle Gaona
Se presenta el universo en Plaza Irlanda.
Menea el culo por que si
Tiene hongos entre los dedos del pie.
Planetas que dicen ser lo que no son.
Viejas portadoras de la sabiduría del chisme.
Agujeros negros pintarrajeados para disimular.
Vendedores de pochocho bostezando.
Borrachos en los bancos de la Plaza.
Estrellas fugaces en anteojos negros ofreciendo autógrafos
Caca de palomas sobre los techos
Y una placa recordando
Que Dios es argentino.
(En Palermo viejo, o Palermo Hollywood como o llaman ahora,
Hay otra placa por el estilo que dice “God is argentine”
Y montones de maricas freaks y rubias de caro vestuario
Le sacan fotos desde sus celulares)
Desde Plaza Irlanda hay un camino a lo absoluto por avenida Gaona
Y otro por el 84 a Constitución en busca de las travestis.

sábado, 19 de septiembre de 2009

La mosca verde


El golpeteo constante
de la mosca color verde intenso
contra la ventana.
Tuc
Tuc
Tuc
El ojo certero del observador
Pestañas largas
Iris dilatado.
Analiza el ritmo
Toma nota del contorno.
La mujer bonita del Burguer King
Baja las escaleras
Contoneando el culo.
La mosca color verde intenso zumba.
Zzzzzzzz
Zzzzzzz.
Zzzzzzzzzzzz
Las papas fritas retozan obscenas
En mayonesa y Ketchup.
Artilugios.
Sortilegios.
Amor por la velocidad.
La mierda de la mosca color verde intenso
En el cementerio de las partículas.
Sutilezas de la cultura
Sujetas a la lengua filosa
Del borracho del camarada Debord.
La soledad de Trotsky
En la noche negra del mundo.
Los cuerpos de la cultura
Esculpidos por fitness y siliconas
Se sostiene sobre la nuda vita de Auschwitz.
Croac
Croac
Croac.
El vuelo de los pájaros negros
Opacan al sol brillante.
Una corona de cartón
Sobre la cabeza de un mendigo errante.
La cúpula de ladrillo
Apuñalando al cielo.
No sangra
Pero escupe nubes en señal de protesta.

Que más da


La lagrima sobre la mejilla
o una risa de dientes blancos,
que más da.
La pija colgando después del sexo
que se repite.
La agonia lenta y sistematica,
la noche silenciosa como compañera,
los viejos fantasmas.
Solo un hombre
y la botella de vino que se vacia.

jueves, 17 de septiembre de 2009

¿Qué duda cabe?

La mentira manda
¿Que duda cabe?
La verdad es la gran mentira
Se decreta en gabinetes
Y se reproduce como orden.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

El coronel Kurtz y la paja


Marlon interpreta al coronel Kurtz.
Y la mujer se derrite.
Sus dedos largos en el clítoris.
Sus pezones endurecidos.
Su boca gime.
Marlon recita Los hombres huecos
“es el horror, el horror” se repite.
La mujer acaba,
Su mano mojada en flujo,
Mientras el personaje de Martín Sheen
Acaba con Kurtz a machetazos.
Suena The end de los Doors.
Ella pita su cigarrillo
Y hecha el humo sobre
Los créditos de la pantalla.

Chopin


Federico Chopin escupía sangre sentado frente al piano.
Quizás tocaba los acordes de su marcha fúnebre.
Todo el dolor de Polonia en sus huesos.
La gris Varsovia pisoteada.
Las mujeres prostituidas de la nobleza en los salones de Viena y París.
Tristeza siente Federico.
Quien enfermo huye del matrimonio con una ricachona:
“Preferiría desposarme con la muerte”
La vida se le va y en cada jirón que deja
La libertad queda más lejos.

martes, 15 de septiembre de 2009

De los siglos y los siglos


El morfinómano arrojado
De los jardines del caos
En el lecho de la razón
Que hiede al polvo
De los siglos y los siglos
Pariendo monstruos.
Y otra vez el liquido en las venas
Desterrando el dolor.
Bajo la luz tenue del velador
La blanca y fría desnudez
De una bella dama
Fantástica.
Las sombras de la noche disimulan
Las arrugas y las estrías.
Pero su entrepierne hiede al polvo
De los siglos y los siglos.

Los hombres huecos (T.S.Elliot)


I

Somos los hombres huecos
Somos los hombres rellenos
Inclinados unos con otros
La cabeza llena de paja. ¡Pobres!
Nuestras voces secas, cuando
Susurramos juntos
Son suaves y sin sentido
Como el viento sobre el pasto seco
O pies de ratas sobre vidrio roto
En nuestra bodega seca
Figura sin forma, sombra sin color,
Fuerza paralizada, gesto sin movimiento;
Aquellos que han cruzado
con mirada decidida, al otro reino, al de la muerte
Recuérdennos, -si es que lo hacen- no como perdidas
Violentas almas, sino sólo
Como los hombres huecos
Los hombres rellenos.


II

Ojos que no me atrevo a encontrar en sueños
En el reino de los sueños de la muerte
Ellos no aparecen
Allí los ojos son
Luz solar sobre una columna rota
Allí, está un árbol balanceándose
Y las voces son
En el canto del viento
Más distantes y más solemnes
Que una estrella desvaneciéndose.
Déjame estar lejos
En el reino de los sueños de la muerte
Déjame también ponerme,
Tales disfraces deliberados
Saco de rata, piel de cuervo,
Cruces del campo santo
Que se comportan como el viento se comporta
No mas cerca -
Ni siquiera en ese encuentro final
En el reino de las penumbras


III


Esta es la tierra muerta
Esta es tierra de cactus
Aquí las imágenes de piedra
Se levantan, aquí reciben
la súplica de la mano de un hombre muerto
Bajo el parpadeo de una estrella que se desvanece.
Es así
En el otro reino de la muerte
Despertando sólo
A la hora en que estamos
Temblando con ternura
Labios que podrían besar
Componen rezos para piedras rotas.


IV

Los ojos no están aquí
Aquí no hay ojos
En este valle de estrellas que agonizan
En este valle hundido
Esta mandíbula rota de nuestros reinos perdidos
En estos últimos lugares de reunión
Vamos a tientas, juntos
Evitando hablar
Reunidos a la orilla del río caudaloso
Ciegos, a menos
Que los ojos reaparezcan
Como la estrella perpetua
Rosa multifoliada
Del reino crepuscular de la muerte
La única esperanza
De los hombres vacíos.


V

Aquí vamos alrededor del espinoso peral
Espinoso peral espinoso peral
Aquí vamos alrededor del espinoso peral
A las cinco en punto de la mañana .
Entre la idea
Y la realidad
Entre el movimiento
Y el acto
La sombra cae
Porque tuyo es el reino
Entre la concepción
Y la creación
Entre la emoción
Y la respuesta
La sombra cae
La vida es muy larga
Entre el deseo
Y el espasmo
Entre la potencia
Y la existencia
Entre la esencia
Y el descenso
La sombra cae
Pues ligero es el reino
Pues ligero es
La vida es
Pues ligera es la
Así es como el mundo acaba
Así es como el mundo acaba
Así es como el mundo acaba
No con una explosión sino con un gemido.

lunes, 14 de septiembre de 2009

A las musas


Dame un beso antes de terminar la noche.
Una copa de vino.
Dos pases de cocaína.

Dame unas monedas para el colectivo.
Un lugar donde ir.
Una noche estrellada.

Dame las coordenadas exactas para huir de la felicidad.
Una llave que me abra las puertas de los miedosos.
La vista de Van Gogh pintando girasoles.

Dame un buen poema sin rima.
Un colchón promiscuo.
La promesa de una revuelta.

Dame la eternidad ahora
(el mar mezclado con el sol)
Una revolución sin Vichinskys, ni Berias.

Dame palabras ardiendo en la plaza pública.
Dame libertad para vivir sin angustia.
Dame un final para este poema.

Cuento de hadas


Las hadas madrinas se descubrieron como autenticas tiranas.
Los príncipes horrendos glotones y trogloditas.
Los soldados con sus casacas ensangrentadas.
Simples criminales.
Los jueces granujas.
Los hechiceros artilugios de la estupidez.
Los héroes viejos cargados con medallas más pesadas que sus cuerpos.
Los conejos saltarines, bestias carnívoras devoradoras de humanos.
La fuente de oro al final del arco iris, lodo y barro.
Robin Hood, un comisionista.
El tuerto, del país de los ciegos, un despreciable dictador.
Asterix y Obelix, dos chauvinistas.
La bella durmiente, una alcohólica pérdida.
El espantapájaros sin corazón, un salvaje proxeneta.
El gato con botas, un vulgar ladronzuelo.

El orden reina en los sueños.
El principio de realidad asfixio a las fantasías.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Sobremesa


El mantel manchado
De vino
Salsa
Migas de pan
Sangre
De las pezuñas extirpadas
A la vaca sagrada
Del amor al prójimo
Con sabor a nada
Sazonada de mentiras
Antes de un orgasmo fingido
De los amantes angurrientos
Que eructan te quiero
Antes de dormir la siesta.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Amor seguro

La vagina esta seca,
El amor ya no la deja.
Y entre besos a media luz
Ella carga con su cruz.

Hormigas vegetarianas


El elefante muere devorado por las hormigas
A la vista grandes huesos y colmillos de marfil.
Nadie atina a saber que ha sucedido.
Fue tenaz la estrategia de la hormiga:
Paciencia y organización.
Como consecuencia un empacho madre
Eran hormigas vegetarianas.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

El marica sin descanso

Mascaras noctámbulas de bebedores de cerveza.
Hiede el alcohol en el ambiente espeso
De las sombras sutiles del humo del tabaco.
Rostros enrojecidos y dientes manchados.
Amarilla luz agónica sobre las mesas húmedas y
El piso plagado de puchos y servilletas.
Un ventanal sucio hacia la calle desierta,
El perro lanzado en loca carrera hacia los autos.
El silencio envolvente de las palabras
Que suenan desde los labios tristes y ajados
Hacia los vasos vacíos que reposan en mesas ajadas
Y manos callosas.
En los baños sobre la boca infatigable y de eterna sonrisa
Del marica sin descanso
Desagotan los penes su líquido viscoso.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Sísifo


Fuerte fuerza el fortachón
Lo bien bendecido por la bondad.
Carga piedras rodantes hasta la cima
Que luego ruedan hasta abajo
Y con fuerte fuerza el fortachón
Vuelve a la carga por inspiración divina.
No podrá la maldita maldición de la maldad
Contra el bien bendecido por la bondad.
Lo aldeanos miran con estupor
Cuando la rueda cae
Y las chozas y las cosechas
Son destruidas.

Amanda

Amanda, querida Amanda, tanto tiempo ha pasado desde que nos vimos por ultima vez. Y aún así tu rostro mantiene intacto aquel brillo que me cautivaba en las noches interminables de cocaína, alcohol y sexo donde ahondamos desesperados en busca de las explicaciones de la derrota, del devenir del ser, de la construcción de los sujetos. Enunciábamos entre besos fogosos respuestas filosóficas sobre la existencia. En esas noches éramos sujetos deseantes, desmesura del ser spinoziano, la encarnación de las pasiones y los afectos. Y en el día, también interminable, gozosamente interminable, éramos encarnación de la razón estratégica, de la construcción de un sujeto político que diera carnadura a la voluntad de poder de la clase obrera. Nos tildaban de locos, zurdos de mierda, subversivos, apátridas, colectivistas, agitadores del sucio trapo rojo.
Uy, uy, uy. Si ese trapo rojo hablara, testigo mudo de nuestras celebraciones baquicas, sabana que supo proteger del frío nuestros cuerpos desnudos y distinguirnos en las calles como una columna compacta desafiando lo existente, espantaría a las almas bienpensantes de la moral y el orden.
Amanda, querida Amanda, ¿qué nos paso? En mi caso el excesivo uso de la cocaína, las desilusiones del amor, las sucesivas derrotas personales y los tiempos tristes de esta paz de cementerios, me fueron empujando a matizar el fervor revolucionario de la voluntad siempre optimista, con el pesimismo inteligente sobre la condición humana y la organización de la sociedad. A un dialogo interminable con los fantasmas, los miedos y los sueños, a detestar la obediencia y ver en todo acto humano la carga de esclavitud y obsecuencia, junto a los deseos de libertad irrealizados.
Y a vos Amanda ¿Qué te paso? ¿Qué fue lo que te empujo al goce obsceno de la respetabilidad burguesa que antes repudiabas? Una vez me dijiste que era el amor. Que te habías enamorado de un hombre maravilloso. Recuerdo haberte dicho –Estas equivocada, ese tipo es un imbecil. Y lo era. Oscuro trepador, oscuro personaje sin ideas, el eterno sin palabras que interpreta ordenes, simple dulzura al servicio de mantener pareja y vida en las normas estrictas de lo bien visto. Quizás te cansaste del exceso, la velocidad y los desbordes. Lo entiendo. Pero la búsqueda de la felicidad ahogo tu pasión, en la ilusión castradora de que el progreso lo es todo.
Amanda, bella, renunciaste a tu caos, y con él al nacimiento de las estrellas. El mundo es más gris desde entonces.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Las fiebres

La revolución es una fiebre que nos consume lentamente

Decía Robespierre.

Y la fiebre que nos dejo la contrarrevolución

¿Es menos salvaje?

Porque yo me siento morir entre esqueletos y cenizas.

martes, 1 de septiembre de 2009

Gratifico

Gratifico a quien me devuelva
Cierta dosis de esperanza perdida
En la capacidad del género humano
De reaccionar frente a la barbarie.
No tengo mucho por ofrecer:
Unas palabras de agradecimiento
Y el compromiso por siempre
De enfrentar cualquier injusticia.
Predicadores del amor y
La armonía entre las clases
Abstenerse.
No busco un manto de piedad
Sino la verdad descarnada y violenta.

Monedas en el bolsillo

Cuento monedas en el bolsillo
En la mañana lluviosa.
Dicen que la economía esta herida.
Por mí, que reviente.