domingo, 31 de mayo de 2015

pintitas

Del cuello del hombre cuelga una llamativa corbata rosa con pintitas blancas. Tiene una enorme papada que se confunde con el nudo de la corbata y el cuello de la camisa. Parece un sapo. Su cara es grotesca y blanca, su cabeza luce entradas pronunciadas y una calvicie incipiente en la punta de la bocha, su boca es grande y el sonido de sus palabras grandilocuente. 
-No puede hacer nada, estas son las condiciones que ustedes aceptaron, ahora no me vengan con que no están satisfechos. Bueno si no hay nada más que discutir, estoy muy ocupado.
-El tema de si son las condiciones que aceptamos o no, es secundario. Las condiciones son impuestas, no es una elección voluntaria, ya que la opción es morir de hambre. El tema es que no estamos satisfechos y no tenemos porque estar satisfechos.
-Como se atreve usted a hablarme así. Se exalto y la cara de sapo se puso roja como un pepino opacando el rosa de su corbata.
-Y como sabemos que a las condiciones impuestas se le oponen las condiciones deseadas y que las condiciones deseadas se logran por la fuerza, venimos a decirle que nos importa muy poco que no tenga tiempo y que desde este instante, usted ha sido tomado como garantía de seguridad mientras ocupamos la planta hasta ver satisfechas todas nuestras demandas.
Al gordo cara de sapo se le fue el color de la cara y se le derrumbo la papada. Estaba más pálido que las pintitas blancas de su corbata rosa.
Se había creído demasiado aquello de que a los hombres se los manda por posición social. Ahora era una pasa arrugada a quien le temblaban los labios al hablar. Nosotros nos habíamos creído durante mucho tiempo que nuestra situación respondía a un orden natural de las cosas. Ya no creíamos, simplemente nos ubicamos en el mismo lugar que el de nuestro interlocutor.
Es la historia que reclama ser oída
desenterrada de los libros y
los cementerios,
hablando desde las vigas de los edificios
los ladrillos
y los cielorrasos
donde las manos obreras
estamparon su firma.
En fin,
es la lucha de clases, estúpido.

sábado, 16 de mayo de 2015

todos los días

el amor sueña
con odios nobles y puros
como gemas de oro en bruto
de entre las piedras
mientras el odio
desea
ser penetrado por el puño
de un amor cargado de vicios
promesas de dolor
y lujuria;
como el borracho sueña
con botellas llenas de alcohol
en camas vacías
sobre un colchón que irradia
hedor y orines.
un poco de vida
un poco de muerte
y mucho de algo indescifrable
como el vacío
o el perfume humeante
del ajo hirviendo en aceite,
un poco
como todos los días.

viernes, 15 de mayo de 2015

pinceladas a lo pollock

un hombre
con la luna iluminando su espalda
batiéndose a duelo
con sus pistolas desenfundadas
cayendo
mientras la sangre dibujaba
en el aire
pinceladas a lo pollock
y las balas lo atravesaban
haciendo que su cuerpo
se contorsione
como una marioneta enloquecida.
la fría risa de sus enemigos
se confunde con el silbido del viento
que sopla leve
sobre el cuerpo del hombre caído
solo
en la noche
sin haber sabido apreciar

el sabor del ultimo beso.