miércoles, 24 de junio de 2015

un bigote de gato

El alcohol quemaba mis entrañas
y por las sienes estallaba
una catarata de fuego.
El frío se agolpaba contra las ventanas
la silueta de una sombra felina
queda atrapada en la ventisca
de algunas palabras.
Como si una cabalgata furiosa
de amazonas asesinas
amenazaran la existencia misma
de un rayo de cordura.
Mi dulce amor
me invita a sus labios
pero yo prefiero mordisquearle
los cachetes
sabrosos manjares
de los condenados al infierno.

Alimenta mi luna
un bigote de gato
que se mece en el sueño.