miércoles, 25 de mayo de 2011

abrazado a una almohada

Llueve
(el octubre rojo
esta lejos,
ocupando su lugar
entre las ruinas
de la historia
y las palabras del militante.
la sobriedad
perdida,
buscando volver
en mil promesas
del amor
que resultan siempre
en vano.
el animo dormido
entre sabanas deshechas,
abrazado
a una almohada)
y las gotas frías
hielan la piel
de un pobre diablo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esto (o “Amor en tiempos de restauración”)

1

Esto ocupa un lugar cuasi mágico en la memoria histórica de mi cuerpo. Plasmarlo en un papel podría parecer innecesario o incluso redundante. Pocas cosas en la vida se merecen la redundancia. En la mía, Esto es una de ellas.

Big-Bang

Culminaba el invierno, al otro lado de las paredes y dentro de mi corazón. Cuerpos aprisionados en mil telas guardados en el calor de las estufas, corazones de cristal trizados por el desamor. Panorama desolador apenas iluminado por la promesa de una primavera porvenir. El calor del sol volvería seguro, el corazón difícilmente volvería a latir con alguna intensidad.

Noche lluviosa, convocatoria casi nula. Casualidad o causalidad, nuestro mundo converge en personajes con convocatoria hasta para el armagedon.

Y en el comienzo de una noche sin estrellas, sin expectativas, sin ningún sentido, un rayo cruza el universo, cargado con la furia explosiva del comienzo de los tiempos, y alcanza nuestros corazones, despedazando viejos trastes rotos e inservibles que solo anestesiaban los sentidos.

Un extraño campo magnético aisla nuestros cuerpos de ese interminable invierno, y la tan esperada primavera, sin aviso y sin permiso, invade nuestro mundo.