domingo, 13 de noviembre de 2011

yiya murano

Yiya Murano descree del amor envenena silenciosa pretendientes aburridos; en el rincón de un bar cualquiera sobre la calle boedo sueñan las cucarachas con dominar el mundo postnuclear y los cocainómanos con un dealar puntual; entonan las prostitutas sus acabadas al ritmo de la marcha peronista; pero yiya sirve té con masas suegras, tías envejecidas y estúpidas madres mastican la cicuta con crema de almendras saliva con frío calculo muerte y pedos silenciosos.

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