El cielo azul
sobre los armatostes de vidrio.
puerto madero
se levanta
para esconder el sol
al pobre diablo.
No hay amor
no hay pena
que valga
no hay suplica posible
para los esbirros del señor
para los custodios de dios
y de la virgen.
Silbando bajito
entre autos llenos de furia
y melancolía
camina descalzo
un sueño fugaz
como una estrella
como una bomba molotov
contra los muros de una iglesia
que arde
y entonces
-solo entonces-
ilumina.
2 comentarios:
Cuanta razón Ateo. Me alegro mucho de volver a leerte.
Te abrazo con todo mi cariño.
gracias hermosa amiga. como estas
Publicar un comentario