sábado, 14 de diciembre de 2013

sentido


Un derrame de palabras sin sentido. El lenguaje es fascista, decia Barthes. Desnudar su significado, arrancarle la piel y somertelas al tumulto. Violarlas, hacer de ellas carne picada, flor carnivora, agua de rosas, muerte (y la verga del grumete estremece a las estrellas). Navegar en la incertidumbre de los signos y la gramatica, guerra civil de la prosa, las manos acarician las tetillas de una loca encerrada en la parole. Habla como un cuadro pintado al oleo, subita mentira.
El silencio estremece. Como las luces rojas el azul profundo de la noche. Como el sentido político de la duda.

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