el almuerzo desnudos,
los sueños despiertos,
el olor a gas lacrimogeno
en las noches de corridas por
Avenida de Mayo.
en las mañanas
de aquel departamento
de Once,
entre los ruidos de la calle,
-orgia de motores y bocinas-
después de un porro mañanero
y unos mates,
haciamos el amor y
estudiabamos como incendiar
las instituciones del mundo.
la filosofía nos erotizaba
la desmesura de Spinoza,
el espiritu del pueblo de Hegel,
el trabajo vivo de Marx,
la política de Maquiavelo,
el instituyente de Castoriadis,
la praxis gramsciana.
en las mañanas
de aquel departamento.
donde el partido de los cuerpos
se debatia ardiente
sobre las sabanas manchadas
del soviet de la cama.
5 comentarios:
Gracias!, muchas gracias por pasar y detenerte! Me gusta mucho esta batalla que describiste tan sutílmente en las últimas líneas... todo es "guerra", de una forma u otra, todo es una gran batalla...mne hizo acordar a esto que dice " en el cuerpo se inscriben"... todo se inscribe en el cuerpo...
Un abrazo!
A eso le llamo yo saber erotizar la política.
La verdad es que no sé si me gustaría tener esa ventana.
Creo que le cambiaría el sabor a todo.
Eso creo Ateo.
A mí me gusta el olor a manzanilla, a mejorana y a jazmín.
También me gustan los olores del flujo y del semen.
Y que caigan las estrellas mientras duermo en sábanas blancas bañadas por la luna y extendidas sobre un lecho de paja dorada con olor a trigo y a higos maduros con su gota de miel.
Y que canten los grillos en la noche.
Y el sonido de tu respiración.
Y respirarte todo.
Cómo me gustaría respirarte.
mejo me haces sentir una persona hermosa. caro gracias, es muy bueno tu blog.
Lo eres Ateo.
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