lunes, 28 de septiembre de 2015

la tormenta perfecta


El bigote de gato se ha perdido oculto entre la luna roja y las nubes.

La tormenta perfecta es un hastío, una última charla, el suicidio de los gatos con capelinas.

El hombre tigre devora el corazón y arranca con sus uñas la piel, dejando desnudos el hueso y las venas sangrantes, de la maricona culisuelta.

Tempestades, maremotos, el agua contra las rocas destrozando los cadáveres arrojados desde los aviones, en el sonido de las caracolas.

Las sabanas y los colchones, los cuerpos destrozados carcomidos por los piojos y, las pulgas, un Stalingrado del amor.

Click-click de las agujas del reloj, cálculo del valor del tiempo que todo lo destruye.

Una reja pintada de verde y un largo pasillo hacia la puerta de dura madera. Toc-toc. Un silencio.

Fumigaron los jardines del amor y los gusanos vueltos mariposas asesinan los sueños de primavera.

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