viernes, 10 de diciembre de 2010

Una sombra de ira

Llegó a la una de la mañana
luego de haber tomado unos pases de coca
arriba del micro.
Ella esta hermosa
tirada semidesnuda
sobre la cama deshecha
durmiendo
brillando aún en sueños.
Su cuerpo moreno se sacude
y yo no sé como
ni porque
-me pregunto-
tengo tanta suerte
cuanto durara.
Cuando despierta
me reprocha mi estado
sudo
casi no puedo hablar
sus ojos se encienden
con furia y me deja
solo
bajo la luz de la bombilla eléctrica.
Zumban las moscas
y corre la música
de las cañerías.
Es fácil zambullirse
en brazos de la locura
lo difícil es convivir con ella.
No sé qué decirle para
que se le pase el enojo;
me llama mentiroso
y en parte es cierto,
la mentira alimenta el imaginario
de la buena y mala vida.
Pero en ese momento
solo soy un viejo
drogadicto
que no quiere molestarla
con sus vicios
adquiridos en las batallas
y las derrotas.
La madrugada es calma
la tenue luz de los faroles
se cuela entre las hendijas
de las persianas bajas,
la vida vacila en los extremos
del dolor y la alegría.
Una sombra de ira
me acaricia el cabello.
Sus ojos son una promesa de fuego,
su risa un estruendo de burla,
su piel seda
su voz el viento soplando
su sexo
un volcán ardiendo.
No sé cómo ni porque
tengo tanta suerte.
Me pregunto cuánto durara.

2 comentarios:

Soy una jones ... dijo...

Buuuuuuuueno,no se que me pasa con tus escritos
Sera que tu perfil tan bolche-troskon, contrapuesto al mio, como polo energeticos se atraen....?
Es increible lo que me gusta todo lo que escribis
Felicitaciones
Ana

PD, me estarè transformando de una Coco Channel a una Frida Kahlo?

ateo dijo...

gracias ana. espero que sea el amor. jajajajajajaja. saludos