viernes, 3 de julio de 2009

Paradoja


La otra noche,
después de mucha cocaína,
abrace a mi almohada
como si fuera mi amiga la muerte.
Fantasmas me perseguían y
solo ella tenía la respuesta.

Un día antes,
una chica de mariposas en la pelvis
me entrego sus besos.
Un día después
mi amiga la muerte,
sus pesadillas.

¡Que paradoja!
Hoy me acaricia el sol
con una sonrisa.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Al menos tuviste sus besos.
Y una mariposa.

Un abrazo grande amigo!

tecla dijo...

Yo te acaricio Ateo, con todas mis mariposas.
TQ

ateo dijo...

gracias amigas