miércoles, 3 de febrero de 2010

Desierta


Te pregunte
si estabas despierta,
pero escribí
¿qué haces desierta?
y sin medirlo ni esperarlo
me contaste
de tu corazón revuelto
como las dunas
y de las manos hundidas en la arena,
no entendí si era una metáfora
de buscar en la profundidad,
sobre lo real como un desierto lleno de espejismos
sobre la inmensa soledad humana
o tener literalmente las manos en la mierda de otro.
en fin,
el lenguaje es una simbología engañosa,
un signo que oculta
ni adviene
ni devela.
y en este desierto del facebook,
entre lecturas veloces y pornografía
(busco una verga de marica
en la desierta noche suburbana)
ni dice
ni desdice
ni siquiera es lírica.
con respecto a tu corazón
mordiscos de un muchacho en la nuca
o una buena raya de cocaína.

1 comentario:

tecla dijo...

La soledad es mi desierto donde vivo.
Pero me tengo a mí.
qué suerte tengo.
No podía encontrar nadie mejor que yo.