Viajo por la autopista Buenos Aires-La Plata.
En los suburbios al costado de la ruta observo:
Un desarmadero.
Viviendas de chapa y material.
Un sol ardiendo.
Autos.
La rotonda de Alpargatas.
Carteles de publicidad que hablan de otra gente.
A lo lejos se dejan ver los edificios que anuncian Buenos Aires.
Aquí, monobloks, fabricas y galpones.
Agua podrida de un estanque.
Una travestí meneando su culo al costado del camino.
Una grúa montacargas.
Gente yendo al trabajo en las paradas de colectivos.
Peajes.
Una chica en el asiento de al lado concentrada en su notebook.
Yo me concentro en sus tetas.
Me gusto más la travestí.
El puente viejo de la Boca.
El hedor penetrante del riachuelo.
Puerto Madero.
Otro paisaje, otra gente.
Se termino la observación.
La ciudad nos traga de golpe.
2 comentarios:
Otro paisaje, otra gente.
Se termino la observación.
La ciudad nos traga de golpe.
Siempre nos traga la Ciudad, pero qué mágico y fascinante abandono.
Sobre todo si es Buenos Aires.
Cómo me gustaría viajar a Buenos Aires.
Eres bueno escribiendo amigo mío.
Tu me fascinas más que Buenos Aires.
Bueno.
No sé.
¿Por qué nunca sé Nada?
yo tampoco nunca se nada mejo, solo que las caricas de tigre de gente como vos son las que me conmueven
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