domingo, 15 de noviembre de 2009

La mujer del Paraguay


Fue la mujer
del Paraguay
la que me dijo:
-Ámame con pasión,
sino vete lejos.
Sorbía de sus senos
leche ajada
de los tiempos
y en las oscuras esquinas
del barrio de Flores,
entre tragos de vino y pan
proclamábamos la guerra
a Dios y a sus ángeles,
dando con la pija dura
al culo del mundo.
No eran tiempos de rosas,
ni tronaban los fusiles.
Una fría desolación
se posaba dueña
de las noches
y los días.
Los viejos manifiestos revolucionarios
ardían en las capillas
y los mausoleos de la academia.
Y nosotros,
tiburones hambrientos,
empecinados en ser breves y crueles,
orinando nuestro pis amarillento
en las alcantarillas sucias
de la ciudad que dormía.

1 comentario:

Pluma Roja dijo...

Me gustó. Un saludo cordial Ateo. Saludos desde Guatemala. Hasta pronto.

Gusto leerte. feliz semana.