jueves, 19 de noviembre de 2009

Rosas rojas marchitas


Me sacudo
-como un elefante mojado-
los restos de un amor
tan viejo,
tan gastado,
que solo
queda el gusto
rancio
y el sabor
a queso
podrido,
de los besos
olvidados.
Rosas rojas
marchitas
en las ventanas
de la ciudad.
Es el recuerdo
efímero,
como una raya
de cocaína.

1 comentario:

Pluma Roja dijo...

Ufffff, Patético.

Saludos cordiales, amigo.