lunes, 9 de noviembre de 2009

Tristes poetas


Arthur Rimbaud escandalizaba en la París roja de la Comuna
a los poetas de la rima y de la métrica.
Llamaba a cambiar la vida.
John Reed correteaba a Pancho Villa por el México insurgente
y se conmovía en diez días ante la revolución de los soviets.
Maikovski erizaba la piel de la revolución, reclamando el derecho al pan y a la poesía.
Andre Breton proclamaba la unidad entre arte y revolución,
definiedo al surrealismo como el comunismo del genio.
Miguel Hernandez se pudría en Carabanchel.
Roque Daltón huía de los paredones de fusilamiento de los militares
para ser fusilado por sus camaradas.
Paco Urondo caía en manos de los grupos de tareas,
bajo el sol brillante de Mendoza.
Hasta el stalinista Neruda marchaba cada tanto de exilio en exilio.
Bertold Brecht se quejaba de poder con los elefantes y
sucumbir ante los piojos.
Cuerpo y palabra en una misma dirección.
Tristes son los poetas y escritores adoradores del amor y respetuosos de las leyes.
Inconmovibles frente a la vida.
Rendidos frente a lo existente.
Temerosos de incendiar el mundo y sentirlo crujir bajo sus pies.

3 comentarios:

Pluma Roja dijo...

Este tu texto me encantó? Sabes? conocí a Roque Dalton cuando vino a Guatemala a entrevistarse con mi gran amigo Oto René Castillo. Fuimos grandes amigos. Uffff.

Qué recuerdos.

Saludos Ateo. Compañero, amigo.

ateo dijo...

gracias amiga. no sabia que conocias a roque dalton, lo cual me obliga a preguntarte como era? que es lo que mas recuerdas de él?

Pluma Roja dijo...

Con mucho gusto: Como era físicamente? Un hombre no muy alto, moreno, delgado. Tanto él como Otto René Castillo, tu sabes de su participación de la lucha armada de el Salvador, Otto en Guatemala. Otto mi amigo y compañero. No porque fueramos novios, amantes o lo que sea. Sino por la lucha. Volviendo a Roque, lo ví fugazmente, llegó al Conservatorio Nacional de Música en dónde ensayábamos una otra de teatro. y allí lo conocí. Pero como Otto y yo eramos tan amigos me lo presentó. Un hombrecito que como Otto Rene corría como si estuvieran esperando la muerte. En mi libro Lágrimas de Cocodrilo relato la lucha armada que se dio en Guatemala, la parte que me tocó vivir. te dejo mi mail. por si queres que te lo envíe: aidaniederheitmann@gmail.com para mi sería un gusto que lo leyeras. Hasta pronto amigo.