martes, 3 de febrero de 2009

Dos criticas literarias sobre La ira de los buenos

Sobre « La ira de los buenos »




En una reunion en Paris de profesores y estudiantes de doctorado, especializados en la literatura latinoamericana, se debia decidir cual era el tema a tratar en el ciclo lectivo 2009/2010 para los estudiantes de Master. Acorde con el clima de depresion global generado por la crisis se propusieron tres temas: la criminalidad, la cultura suburbana y el apocalipsis. Yo intervine diciendo que Roberto Arlt podia entrar en todas las categorias. Pero pensé en « La ira de los buenos ». Si hablamos de criminalidad (incluso policial), hay un ejemplo mas actual que « La ira de los buenos »? Si hablamos de cultura suburbana, que hay mas suburbano que este relato? Y si hablamos del apocalipsis, esos comisarios de la Bonaerense, no son los jinetes del Apocalipsis argentino actual, como lo fuera el citado « Comando de Organizacion » de Brito Lima (el autor de la frase) el jinete que anunciaba el apocalipsis de la dictadura?

Beatriz Sarlo dijo que Roberto Arlt era un escritor « hiperbolico », que llevaba todo al extremo para hacerse oir, por su « falta de cultura ». Afirmaciones de ese tipo no hen mas que provocarnos una sonrisa triste. Roberto Arlt vivio un periodo en el que se dieron la Primera Guerra Mundial, la Revolucion Rusa, la crisis del 29, Hitler, Mussolini, el stalinsmo y la terrible Segunda Guerra, que se concluyo con Auschwitz e Hiroshima. En medio de estas situaciones absolutamente extremas, alguien sensato puede decir que Arlt era un hiperbolico, un exagerado? Que « Los siete locos » era un delirio, fuera de la realidad? No, Arlt era un escritor naturalista que contaba con estilo y sentido del humor cosas que otros no contaban por diversas razones: por timidez intelectual, por incapacidad, por miedo al fracaso comercial o por miedo a que el « partido » stalinizado les quitara las « ayudas » si salia de la linea oficial.

De Facundo Aguirre dicen que es un « exaltado », que revela solo sus « bajos instintos », etc, etc. O sea un « hiperbolico » del Siglo XXI. Pero, quien puede afirmar que estos textos de « ficcion » de « La ira de los buenos » no sean verdaderamente hechos que sucedieron en la realidad? O que suceden? O que sucederan? En la Argentina de la descomposicion, cuando nadie confia en la « autoridad » (ni ricos ni pobres) porque saben a ciencia cierta que son absolutamente corruptos (pese a que los votan como « mal menor ») hay cosas que se saben pero la mayoria prefiere, por ahora, no integrarlas en su realidad. Aguirre no es un expresionista, no vi ninguna escena estlizada en el texto citado. Simplemente, se coloca en otro punto de vista en el que le permite ver (y contar) las cosas que otros tal vez ven pero no cuentan. Pero también se trata de contarlo de una manera legible.

Uno de los ejemplos es la escena homosexual de dos hombres, que contiene una imagen fuerte: « pija contra pija ». Lejos del estereotipo de los mariquitas, esta escena homosexual es muy viril, son como gladiadores que luchan con sus espadas. No deja de ser una escena gay, la mirada es la cosa diferente.

Como Roberto Arlt, Aguirre forma parte sin bloqueos del espiritu del tiempo que le toco vivir. « La ira de los buenos » merece ser leida.


Luciano Di Pietro, Sorbonne Nouvelle, Paris III


Despues de leer el cuento en dos oportunidades. Es requisito indispensable, anular todo rastro de subjtividad circundante para lograr la distancia adecuada entre el que analiza una obra y su escritor.
Debo decir que al comenzar el relato encontre en el una reiteración cuando el autor hacia referencia a la oscuridad de la noche. Cuando fui avanzando fui descubriendo de la necesidad de esos tramos que nos conducirían a la densidad, a la narración propiamente dicha. Decir que el relato fue logrado, sería simplificar la observación.
La ubicación de los personajes en tiempo y espacio, la utilización del lenguaje apropiado, el uso de la acción lleván a la lectura a un relato cinematográfico, un films en blanco y negro que involucra de diversas formas al espectador. Esto logra el autor en el lector. La violencia del relato, los diferentes pasajes, producen una vibración interna. Involucra, invita a continuar. En mi memoria se encuentra una frase de Arlt que decia, que la literatuta, los autores debián propiciar un cross en la mandíbula, y en este cuento se logró el golpe certero. la utilización de los tiempos, la densidad de los mismos varian en forma tan realista sin lugar a los eufemismos. El costado desgarrador de B nos atiende en un momento una ternura tibia, callada, lastimosamente victimario, primario y absoluto.
De un estilo, bravo, guerrero, acabado y legitimo con elementos simbólicos fuertemente arraigados que nos acercan a la vida, la muerte,poder, sexo, soledad, miedo todo girando en un magnifico circulo de trascendencia humana, donde el escritornos adelanta el decenlace social, tragico y fatal.

Esto no puede expresarse en ningún analisis por eso lo expreso al margén, debo decir que en algunos momentos la lectura, erecto ni clitoris, situación dificil si las hay, porque actuar de inmediato hubiese significado interumpir el relato.
María Ordoñez

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