sábado, 16 de enero de 2010

Letra con sangre


Hemingway soñaba con
atrapar
un gran pez
al que acechaban
tiburones.
Después de muchisimos tragos
y mujeres,
se volo la cabeza.
Maiakovsky
soñaba con maquinas
que liberaran al hombre del trabajo
y que fueran poesía.
Desengañado del amor
-y de Stalin-
se volo la cabeza.
Salpican los sesos
libros viejos
y grandes sueños.
La letra con sangre entra
y si no
cuesta sangre.

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