martes, 12 de enero de 2010

Un minuto de ignorancia

La felicidad es una trampa,
no lo dudo,
y la ignorancia es felicidad,
no lo dudo,
pero hoy
cambio una noche de éxtasis
por un minuto de ignorancia,
solo por hoy.
Maldita pasión abolicionista,
me siento como un ex drogadicto
predicando la abstinencia.

3 comentarios:

tecla dijo...

Eso es lo que tienes que hacer hijo, y no andar siempre por ahí con las drogas a cuestas.
Tu no eres así.
Mañana te amanecerá un día blanco como la leche y dulce como la miel.
Te lo dejaré probar con los dedos.
Ya verás.

Pluma Roja dijo...

Me encantó este poema.

Precioso.

Saludos cordiales, hasta pronto ateo.

Soren Vargas dijo...

Qué bueno.