lunes, 4 de enero de 2010

Madame Guillotina


Lo que más amo
es acariciar
con mi
fría uña
los cuellos
largos
y salpicarme
de sangre azul.
Entonces
le encuentro sentido
a mi existencia.
Soy Madame Guillotina.

3 comentarios:

Javier dijo...

Tanta sangre roja, tan poca de la azul. Es en esos momentos, cuando boca abajo esperamos el acero frío (frío hasta el sutil corte porque luego ah! la gloria del no existir) que la sangre pierde el color al mezclarse con la tierra. Muchos inocentes, muy pocos culpables. La tierra grita por justicia mientras casi sin querer borra las huellas de nuestros pecados.

Un saludo,

Kordera dijo...

Y nada más lindo que una guillotina en tiempos franceses. Cuanta belleza.

Soren Vargas dijo...

.. es bello.