miércoles, 21 de abril de 2010

Beatniks

El asunto es que cuando leí a eso de los dieciséis o diecisiete años, On the road, fue una revelación, un autentico llamado a la aventura, a hacer de la vida un campo de batalla del deseo ferviente de experimentar el éxtasis y la libertad. Como lo explica? Para mí, joven trotskysta convencido que la sociedad estaba organizada para el robo del tiempo de trabajo y la opresión de la maquinaria estatal, para mí que el programa que sostenía era el de la lucha por la libertad, On the road, los beatniks, Jack Kerouac, Allen Ginsberg, más tarde Charles Bukowski, Arthur Rimbaud, Antonin Artaud, fueron una invitación a asumir la vida como desafío épico, como goce en acto, como desencanto subversivo, como negación a ser valorizable por los contadores del capital; la libertad como programa y vivencia real. Más tarde descubrí las mismas pulsiones en la filosofía. En el vitalismo de Spinoza, en el movimiento constante de la vida de la dialéctica hegeliana, en la critica comunista del joven Marx, en las pasiones dionisiacas de Nietzche, en la comprensión del malestar de la cultura de Freud, en la teoría de la deriva de Guy Debord, en la imaginación revolucionaria surrealista. De allí que me haya sumergido a devorarme la vida como un tiburón hambriento, que haya hecho de mi cuerpo una fuente de deseos y embriaguez. Que haya hecho de la ciudad la geografía de mi biopolítica, que haya transitado, como aconsejaba William Blake, el camino del exceso hacia el palacio de la sabiduría.
¿Qué es la libertad? Desde ya conciencia de la necesidad, satisfacción de la misma venciendo los obstáculos de la naturaleza y superando el desgarro entre las clases, reapropiación del tiempo de trabajo por los productores, el fin del capitalismo. Pero además el combate cotidiano, la política extrema, la alegría y la angustia de vivir sin temor al abismo, el desafiante llamado a vivir los lunes al sol.

2 comentarios:

Nora Elena Dominguez dijo...

Este relato tuyo Ateo es realmente
muy pero muy bueno desde el comienzo al final.
Tiene la vitalidad del gozo. Sabiduria. Experiencia. Vida y libertad.
El final es hermoso...la alegria y la angustia del abismo. Los cuerpos al sol.

...si alguien piensa en la locura..en la mia. Es porque acepte este cuerpo y esta cabeza para derribar la estructura de la hipocrecia. Nada me produce mas tedio que la rutina. Nada me conmueve mas que caminar por los bordes de las cornisas buscando las risas y las lagrimas de los compañeros del asfalto y las alcantarillas. N.D

Nora Elena Dominguez dijo...
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