martes, 11 de mayo de 2010

Lluvia dorada

Una gota de lluvia dorada
y veo un sol sonriente
la punta de tus pezones
las puertas lubricadas del infierno.
si te digo méame, méame,
todo lo demás es incierto.

1 comentario:

tecla dijo...

Mira el sol sonriente Ateo, y no pidas que nadie te mee, que bastante mierda podrida hay en el mundo para que los poetas también la llamemos.
Acurrúcate en mí. Y duérmete.
Que yo le cantaré a tu corazón la nana más dulce jamás cantada.
Y acariciaré tu alma de poesía.
Y yo seré tu madre, si tu así lo deseas.