-Paquita deja de fumar lata. No seas bardo. Rescátate. Tomate unos pases con nosotros, esta merca es de la buena, no como la que toma la gilada. Dale venite tomate unos pases y chupale la conchita a Peluquita.
-No Bebe, yo quiero que vos me la chupes.
-No putita, pero si quéres te lleno la boca de leche.
El Bebe sniffer dos rayas. Snifee, sniffe. Una por fosa. Peluquita toma una más chica. Y se pasa los dedos por las encías con algo de merca. Paquita se prende otra lata. Esta denuda sobre el colchón. Se acaricia obsesivamente el pelo negro.
-Mirala a esta, le dice el Bebe a Peluqita, esta re loca, así no sirve para nada.
-Déjala Bebe.
-Pero me dan ganas de agarrar el fierro y hacerle pum pum. Como al gil ese que no le pago a mi vieja unos paquitos y se me hizo el loquito. Te acordas? Lo pusimos juntos?. Lo agarramos ahí en la avenida. No podia correr de lo puesto que estaba. Yo le tire a las patas y se cayo. Vos le diste en el brazo ¿Qué tenias? La 32 no? Me acuerdo que salto un chorro de sangre re loco, como que le dimos a una vena y no paraba de manar. Yo le dije toma puto, y lo remate en la cabeza. Después fuimos donde estaban los paqueros y esta conchuda que hoy esta así les empezó a agitar con la pistola en la mano, que al próximo que se hacia el gil le iba a volar las pelotas, parecían ratas asustadas. ¡Eso pareces, puta de mierda, una rata asustada!
-No la jodas Bebe déjala tranquila. Sniffe. (Peluquita se toma otra raya).
-Yo te voy a enseñar a vos rata. El Bebe tomo su cinto de cuero y hebilla metalica. Y con la hebilla empezó a darle en el lomo a la Paquita. Ella gritaba y trataba de parar los golpes con los brazos.
-Toma hija de puta. Si seguís así te voy a reventar a golpes.
-¡Déjala chabón! Paquita martillo una Glocky tiro un tiro al techo. El Bebe se puso furioso y le pego una trompada en la boca, cuando cayo al piso empezó a pegarle a ella con el cinto.
-Desgraciada. ¿Quién mierda te pensas que sos? El ultimo infeliz que me tiro un tiro le puse un bala entre los ojos. ¿Queres terminar igual? Paro de golpearla fue hasta su almohada saco la Beretta que tenia debajo y se la gatillo en la sien. Peluqita lo miro desafiante. El Bebe le puso una cachetada y se calmo. Se prendió un Marlboro y se tomo otro pase, enrollando un billete de cien pesos nuevo. Sniffe, sniffer, uno por orificio nasal. Y se sentó en el colchón entre Paquita y Peluquita que estaban sollozando.
-Ya esta, ya cálmense, les ordeno. Peluqita lo abrazo. El le froto la espalada y le dijo –Bueno, bueno. Paquita se acerco y empezó a chuparle la pija. Después de un pase se sumo Peluquita.
3 comentarios:
Asombroso el mundo que describes con esa dureza tan tierna.
Eres un solete, Ateo mío.
Lo vas a conseguir.
Lo estás consiguiendo.
Y yo presumiré de haber sido amiga tuya.
Un abrazo con todos los brazos que tengo.
Para que te enteres.
gracias amiga en este momento lo necesito.
No hay de qué Ateo. Sabes que me tienes y que estoy aquí, a tu lado.
Un beso.
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